¿Alguna vez has escuchado que “el azúcar es veneno blanco” o, por el contrario, que “es necesaria para la energía diaria”? Vivimos rodeados de opiniones extremas sobre el azúcar, pero ¿qué hay de cierto en ellas? En este blog desmitificamos las creencias más comunes y te explicamos cómo funciona realmente el azúcar en tu cuerpo.

🔬 ¿Cómo funciona el azúcar en el cuerpo?
El azúcar que consumimos —especialmente la glucosa— es una fuente primaria de energía para nuestras células. Cuando comes alimentos que contienen carbohidratos, estos se descomponen en glucosa, que luego entra al torrente sanguíneo. El páncreas responde liberando insulina, una hormona que permite a la glucosa entrar a las células y ser utilizada como combustible.
Pero no todo el azúcar es igual. Existen dos tipos principales:
- Azúcares naturales: Presentes en frutas, lácteos y verduras. Vienen acompañados de fibra, vitaminas y minerales que ayudan a regular su absorción.
- Azúcares añadidos: Esos que se incorporan en bebidas, postres, snacks y alimentos ultraprocesados. No aportan nutrientes y pueden elevar rápidamente los niveles de glucosa en sangre.
El problema no es el azúcar en sí, sino su exceso y su fuente. Consumir demasiados azúcares añadidos de forma regular puede contribuir a la obesidad, resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares y, en casos extremos, diabetes tipo 2.
🧐 Mitos comunes (y sus realidades)
❌ Mito 1: “El azúcar causa hiperactividad en los niños”
Realidad: Estudios científicos no han encontrado una relación directa entre el consumo de azúcar y la hiperactividad. La percepción puede deberse más a contextos sociales (como fiestas infantiles) que al azúcar en sí.
❌ Mito 2: “Los edulcorantes artificiales son más seguros que el azúcar”
Realidad: Aunque tienen menos calorías, algunos edulcorantes pueden alterar la microbiota intestinal o incluso estimular el apetito por lo dulce. El uso moderado es clave.
❌ Mito 3: “Puedo eliminar el azúcar por completo de mi dieta”
Realidad: Tu cerebro necesita glucosa para funcionar. Lo ideal no es eliminarla, sino elegir fuentes saludables y limitar los azúcares añadidos a menos del 10% de tus calorías diarias, según la OMS.
💡 Cuida tu salud con inteligencia
Entender cómo el azúcar afecta tu cuerpo es el primer paso para tomar decisiones más conscientes. Pero también es crucial estar preparado para lo inesperado. A veces, por más que llevemos una vida saludable, pueden surgir condiciones médicas relacionadas con el metabolismo, la nutrición o incluso el estrés.
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